Detalles de blog

Detalles

Titulo

Titulo

El estrés térmico: cómo las temperaturas extremas afectan la salud y el bienestar

By: admin

jueves, 20 de febrero de 2025

Banner
Banner
Banner
Banner

El cuerpo humano mantiene una temperatura interna ideal entre 36.5ºC y 37ºC. Sin embargo, cuando las condiciones ambientales superan los límites que el organismo puede regular, se produce lo que se conoce como estrés térmico, una condición que puede derivar en problemas graves de salud.

Según estudios de Fiocruz, institución brasileña especializada en salud pública, el estrés térmico puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, lo que puede llevar a un incremento en las hospitalizaciones y, en casos extremos, en la mortalidad.

El estrés térmico por frío ocurre cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede generarlo, provocando hipotermia. Esta condición se presenta cuando la temperatura corporal desciende por debajo de 35ºC, lo que puede causar confusión, pérdida de conciencia y, en casos graves, la muerte por fallo en los sistemas nervioso, cardíaco y respiratorio.

Por otro lado, el estrés térmico por calor se presenta cuando el cuerpo no logra enfriarse adecuadamente, lo que puede provocar deshidratación, mareos, agotamiento extremo y, en casos críticos, golpe de calor, una condición en la que la temperatura corporal supera los 40°C y puede causar daño cerebral, fallos orgánicos e incluso la muerte.

El estrés térmico se produce cuando la temperatura del cuerpo se altera debido a condiciones climáticas extremas.

Tanto el frío como el calor extremo pueden provocar enfermedades graves e incluso ser mortales.

El cambio climático está intensificando los efectos del estrés térmico en la salud global.

El cambio climático está intensificando los efectos del estrés térmico en la salud global.

Los grupos vulnerables, como ancianos y embarazadas, son los más afectados por esta condición.

Review Image 01
Review Image 01
Review Image 01
Review Image 01
Review Image 02
Review Image 02
Review Image 02
Review Image 02

El cambio climático es uno de los principales factores que están agravando el problema del estrés térmico en todo el mundo. Las olas de calor son cada vez más intensas y frecuentes, y las temperaturas extremas afectan especialmente a las zonas tropicales y urbanas, donde la falta de vegetación y la acumulación de calor en el asfalto empeoran la situación.

Los efectos del estrés térmico no solo son físicos. Según estudios de la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca, las altas temperaturas también pueden afectar la salud mental, aumentando los niveles de ansiedad, depresión y estrés. Además, el calor extremo contribuye a la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, ya que el mosquito Aedes aegypti se reproduce más rápido en temperaturas elevadas.

Los grupos más vulnerables al estrés térmico incluyen:

  • Adultos mayores, ya que su capacidad para regular la temperatura corporal disminuye con la edad.

  • Mujeres embarazadas, debido a que el calor puede afectar la presión arterial y aumentar el riesgo de complicaciones en el embarazo.

  • Personas con enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión y afecciones cardíacas, que pueden empeorar debido a los cambios de temperatura.

  • Trabajadores expuestos al clima extremo, como obreros, agricultores y personal de la construcción, quienes enfrentan un mayor riesgo de deshidratación y golpe de calor.

Los expertos advierten que, con el aumento global de la temperatura, es fundamental que los gobiernos implementen medidas de prevención, como campañas de concienciación, acceso a hidratación en lugares públicos y estrategias para reducir el impacto del calor en las ciudades.

El estrés térmico es un problema de salud cada vez más grave en un mundo afectado por el cambio climático. La prevención y la adaptación son clave para mitigar sus efectos.

El estrés térmico es un problema de salud cada vez más grave en un mundo afectado por el cambio climático. La prevención y la adaptación son clave para mitigar sus efectos.

El estrés térmico es un problema de salud cada vez más grave en un mundo afectado por el cambio climático. La prevención y la adaptación son clave para mitigar sus efectos.